Todo parecía estar en paz. Después de volver al país que abandonó para poder desarrollar una carrera musical en las tierras de Rafaela Carrá, Lola Ponce disfrutaba, minuto a minuto, de sentir al menos un poco de popularidad en su tierra natal.La presunta relación con Marcelo Tinelli, su robótico baile elogiado por el jurado de Bailando por un sueño y un imperdible acento italiano que desterró por completo a su tonada santafesina, fueron algunas de las perlitas que le dieron carisma y que la ayudaron a batallar las “previas” del baile, tan importantes en el certamen de Canal 13.
Sin embargo y lejos de ampararse en la “paz” que siempre quiso transmitir la autoproclamada artista ítalo-argentina, Amalia Granatta decidió volver al ruedo y salió a atacar con fuerza a la presunta mujer de Tinelli al denunciar que el Jurado le perdonaba “duras equivocaciones” y cuestionar la fama local de la morocha.
En respuesta a sus críticas, Ponce dio un móvil para el programa Infama y, desde su extraño y siempre llamativo discurso ‘místico’, le respondió a la rubia.
Eso sí, lo hizo con algunas semanas de demora porque estaba en Italia disfrutando del clima y participando de algunos espectáculos programados.
“Estoy feliz por todo lo que me está pasando. Es un momento de luz, equilibrio y de pura paz”, arrancó la cantante quien inicialmente optó por eludir el tema aunque, claro, no pudo. “ Me contaron un poco mis sobrinos, yo vivo en un termo así que no escuché tanto todo”, continuó.
Frente a las duras acusaciones de la veloz lengua de Granatta, Ponce volvió a responder con un mensaje más flower que power: “La belleza en la vida es que somos todos diferentes, pensamos y sentimos todo diferente; sino seríamos todos iguales y esto sería un aburrimiento”.
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