Mientras el jugador de golf Tiger Woods sigue esperando que sus patrocinadores regresen a su puerta, ahora sabemos que se meterá de nuevo en una clínica de rehabilitación. Pero ahora para superar otra de sus adicciones: a los fármacos.
Hace unas semanas Tiger Woods pasó por terapia para tratar de superar su adicción al sexo (motivo por el cual afirman, le puso los cuernos a su mujer, Elin Nordegren, con más de treinta mujeres, hasta la fecha). Tras salir de dicha rehabilitación, Tiger Woods emitió un comunicado de disculpa en el cual se avergonzaba de todo lo que había hecho y de lo malo que había sido (con su cara de compungido, y toda la demás parafernalia).
Algunos afirman que la nueva rehabilitación podría ser una maniobra para poder anima a sus patrocinadores para que le renueven su confianza perdida. Casos como el de la marca de bebidas isotónicas Gatorade. Los representantes de Woods estuvieron hablando con ellos para que confiaran de nuevo en él (cancelaron el contrato hasta nuevo aviso el pasado mes de diciembre). Pero no hubo suerte y la firma prefirió mantenerse alejada de la imagen del golfista.
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