¿TRIFECTA COMBINADA?

Se armó. Tomasito, el hijo putativo de Guido Suller, había desaparecido tras una pelea por el origen de un pelo púbico. Su padrastro no podía encontrarlo, por eso recurrió a un programa de TV para que le den una mano. La producción logró dar con su paradero en la casa de… ¡¡¡Jacobo Winograd!!! Ah bueeenooo…

Tomasito, el hijo que no fue pero es del hermano de Silvia Suller, se fue de la casa de su padre adoptivo porque éste encontró un pelo público en la cama y el nene no pudo explicar el origen del mismo. Además, manifestó que no estaba a gusto y que se sentía maltratado por quien le diera su apellido, al menos ante las cámaras.

Por eso, Guido se fue al piso del programa 7 en 1, de Daniel Ambrosino y Corita De Barbieri que va por América. La producción lanzó un móvil a la calle y “sorpresivamente” lo encontró en la casa del Tío Jacobo, quien aseguró: “Ahora es Tomasito Winograd”. ¡¡¡Chan!!!!, Y siguió con que "el nene no se quiere sentar más en el Pinocho”.

Los conductores trataron de mediar en la discusión y le preguntaron a Tomasito si Jacobo también le llevaba la leche a la cama. “Jacobo me da la chechona a la mañana”, dijo el púber, palabras que fueron un golpe certero al corazón de Guido, aunque lo calmó diciendo que “como la chechona de mi papá no hay”.

Ahí tomó la posta Winograd y, con la verborragia que lo caracteriza, dijo que el nene le tiene miedo Guido porque “Es insaciable” y que se convierte en un animal en celo “cada vez que viene de sus viajes”. A los gritos, Jacobo aseguró que Tomasito “No quiere mas bomba-bomba-bomba” y la remató con un desagradable “está cansado de ese ano viejo”.

Volvieron entonces a mediar los conductores y preguntaron si la mejor solución ahora era convivir los tres en la casa de Jacobo. Guido negó rotundamente la propuesta al tiempo que juró por su vida: “nunca me lastré a Tomasito.”

Ambrosino tiró entonces una nueva piedra, trayendo a la memoria aquella vieja frase que reza que los que se pelean se aman, idea que fue rechazada de cuajo por Jacobo: “No me gusta la carne de chancho”. No hizo lo mismo Guido, quien advirtió que su compañero de andanzas le había tocado un pecho.

Ahí se armó la gorda. “Yo te voy a cagar a trompadas de verdad”, le dijo Winograd a Guido. “Las cosas con bestias como vos se arreglan a trompadas. Te desafío y vamos a ver quien es el hombre”, retrucó Suller.

Y para el final del movil, después de que Tomasito declarara que "Nadie me lastra a mi" y que parecía que la tensión desaparecía, Ambosino tiró la última piedra: "Jacobo, vos te sentás en el Pinocho”. ¿Para qué???, y Winograd se enfureció nuevamente y contestó a los gritos: “¡¡¡Vos te sentás en el Pinocho y en el Tren de la Costa!!!!”. ¡¡¡¡Mamááááá!!!