México y Sudafrica no se sacaron ventajas y el primer partido de la copa fue empate

Se acabó esa previa que parecía interminable. Llegó la hora de que la pelota comience a rodar en Sudáfrica en el Mundial número 19 de la historia. Y los elegidos para abrir el juego fueron el seleccionado local y el de México, en la apertura del Grupo A, quizás el más complicado de todos.


El uzbeco Ravshan Irmatov pitó el inicio y el único protagonista del planeta redondo pasó a ser el fútbol, en el Soccer City de Johannesburgo. Y fue México el que arrancó más despierto. Por derecha encontró rápido una ranura para ingresar al campo sudafricano, que decidió esperar y presionar desde su propia mitad.


No pasaron ni dos minutos hasta que llegó la primera chance. Aguilar escapó por derecha, tiró un centro bajo y el arquero Itumeleng Khune dio un rebote peligroso dentro del área grande. Apareció Giovanni dos Santos, el hombre que se formó en el Barcelona, para empujarla. Pero la rápida reacción de Aaron Mokoena, el capitán, mandó al corner el disparo del juvenil mexicano.


Ese sector, el de la derecha del ataque del equipo de Javier Aguirre, parecía toda una tentación para los mexicanos. Pero de a poco, Sudáfrica emparejó el trámite y salió de la asfixia del comienzo.


A los 17 minutos del primer tiempo llegó la primera tarjeta del Mundial. Ibrahim Juárez bajó una pelota con la mano y generó un segundo tiro libre para Sudáfrica, que terminó lejos del área, tras un despejo de Salcido y una rápida contra de Giovanni, que la quiso poner en un ángulo y se le fue desviada. Antes, Pienaar tuvo su chance con un disparo detenido, pero la pelota se fue muy arriba.


Pienaar empezó a hacerse notar en el partido. Por él, Sudáfrica creció y por lo menos se animó a jugar en el campo mexicano. Pero las chances claras eran de los norteamericanos. Sino que lo diga Guillermo Franco, que a los 31 se perdió la apertura del marcador, al quedar solo ante Khune, quien respondió magnífico tras el toque del argentino nacionalizado. O Vela, quien cabeceó solo en la línea y convirtió, pero en posición adelantada, bien anulada por el árbitro.


El final de la primera parte encontró mejor a Sudáfrica, que pareció despertar y optó por jugar por las bandas. Simphiwe Tshabalala tiró un centro desde la izquierda y no fue gol porque Katlego Mphela no llegó a cabecear. Después, dos corners pusieron en apuros al Conejo Pérez, quien mostró muy poca seguridad en cada una de sus salidas. Pero no pudieron convertir y el resultado no se movió. Ambos se fueron al entretiempo con el 0-0 en sus espaldas.

El comienzo del segundo tiempo no tuvo el mismo vértigo del primero. Pero la primera llegada, a los 9 minutos, terminó en gol de Sudáfrica. Tras un pase de Dikgacoi, el pelilargo Tshabalala escapó solo por izquierda y sacó un remate bárbaro, que se le cruzó a Pérez y se coló en el ángulo derecho del arco mexicano. Vuvuzelazos por todos lados, gritos por la apertura del marcador. Festejos por 1-0 de los sudafricanos.


Ese gol no hizo más que pegarle un cachetazo a México que tardó mucho en reaccionar. Sudáfrica le regaló la pelota y se cerró muy bien atrás, lo que hizo que Aguirre tuviera que cambiar para poder empatar. A la cancha fueron Guardado, Cuauhtemoc Blanco y el Chichcarito Hernández para modificar la historia.


Y sin insinuar demasiado, México llegó al empate. Porque la defensa se durmió en una pelota parada y Rafa Márquez definió sin problemas, mano a mano con Khune. Resultado algo más justo para el desarrollo del encuentro.