Forlán puso su chapa de goleador y Uruguay disfruta

Un partido clave para ambos. El empate en la jornada inaugural no les daba lugar para un tropezón en el que quizás sea el grupo más cerrado de los ocho. Así, en un Loftus Versfeld de Pretoria con el sonido ensordecedor de la vuvuzelas acompañado de la excitación de los hinchas locales, Sudáfrica y Uruguay salieron a jugarse su destino, sabiendo que un triunfo los dejaba muy bien parados de cara a la clasificación a octavos.

Los nervios influyeron en los primeros minutos. Sudáfrica pareció sufrirlos un poco más que los uruguayos, que a partir de la movilidad de Forlán y la buena conexión de éste con Luis Suárez lograban mayor profundidad. Fue a los 6, entonces, cuando Uruguay consiguió acercarse con cierta peligrosidad al arco defendido por Khune. Y justamente llegó a través de una buena pared que armaron entre el compañero de Agüero en el Atlético y el hombre del Ajax, quien definió desviado. Tres minutos más tarde, Uruguay se aproximó con una buena trepada de Jorge Fucile, cuyo remate pasó cerca del palo derecho.

Sudáfrica, plantado para jugar de contra, recién pudo patear al arco a los 13, con un tiro de de Tshabalala, desde 30 metros, que se fue muy lejos.

Pero, sin hacer demasiado, Uruguay se iba a encontrar con el 1-0. Aconteció a los 23, cuando Forlán hizo lo que suele hacer en el Atlético: encaró de atrás, de izquierda hacia el centro, y cuando encontró un hueco le pegó desde 30 metros. Su remate dio en Mokoena y se metió, pese al esfuerzo de Khune.

A partir del gol, el partido entró en un bache. Es que el Celeste levantó el pie del acelerador y Sudáfrica tampoco salió de su pasividad, pese a estar en desventaja. Incluso, el equipo de Tabárez pudo aumentar a los 32, con un tiro de Suárez que hizo temblar la red. El local, en tanto, llegó con un cabezazo de Mphela, bien controlado por Muslera. Demasiado poco...