El actor Mel Gibson afirma que ya no tiene tantos guardaespaldas como antes porque te coartan tu libertad. En vez de ello prefiere estar armado para proteger a su familia de cualquier peligro que les pueda amenazar.
A Mel Gibson los guardaespaldas le parecen, literalmente hablando, una auténtica pesadez. Algo que no soporta y que, según parece “le corta el rollo”. Así que ni corto ni perezoso, comenta que si un extraño entrara en su casa recibiría una buena.
Del mismo modo, Mel Gibson no confía para nada en los caros sistemas de seguridad que todos los famosos de Hollywood tienen instalados en sus lujosas mansiones. Por ahora sus planes defensivos consisten en aporrear a los intrusos con un bastón o bate de béisbol. O lo que es peor, dispararles con una pistola que “tiene escondida”. Mala idea Mel, eso de advertir acerca de tus medidas de seguridad…
En definitiva, Mel Gibson sigue siendo él mismo. Por cierto, próximamente llegará hasta las pantallas españolas con el thriller Al límite. Una película que promete mucha acción. Sobre todo por la dirección de Martin Campbell.
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