Antonio Gasalla encabeza el éxito del verano. Eso sí, pese a haber hecho teatro durante 50 años, no se la cree. Habló de ¡Más respeto que soy tu madre!, de su amiga Susana Giménez y de cómo ve a la televisión hoy en día: "Si no hacés rating, no existis", tiró.
No le sorprende la repercusión de ¡Más respeto que soy tu madre! “Queda mal que uno lo digo, ¿no? Pero empecé hace cincuenta años”, le respondió abiertamente a diario Perfil. Cabe recordar que Antonio Gasalla no es un improvisado en esto de las tablas: hizo Help Valentino, que fue un éxito rotundo. Pigalle con Valeria Lynch, en el Sans Souci de la calle Corrtientes. Estuvo en el teatro Maipo. Y, además, en el teatro Xarl Marx de La Habana…
Cuando a Antonio le preguntaron si le preocupaba la competencia y quién iba primero o segundo, el actor, sin pelos en la lengua, respondió: “No me preocupa eso de primero o segundo. Yo soy yo. Y por otro lado, la verdad está en el escenario al momento de hacer la función. Tengo el teatro lleno hasta “allá arriba”, me aplauden de una forma que me emociona. Les tengo que pedir que paren porque me puedo poner a llorar”.
Como grande del teatro argentino, analizó, hasta acá, cómo viene la temporada: “Creo que está muy bien. Hay una cantidad impresionante de gente y son varias las compañías que están trabajando bien. No todos, porque vienen tantos espectáculos que no se puede tanto”, dijo.
La dedicación y tiempo para un actor y la composición de personajes es importante, Gasalla, para interpretar a la Gran Madre en su espectáculo, también tuvo el suyo: “A la profesión le doy todo el tiempo que me pide. En este momento es todo el día, porque a la edad que tengo, hacer dos funciones diarias, se sienten. Pero no me importa. La profesión es muy gratificante y te va comiendo la vida sin que te des cuenta”, aclaró.
Le deslizaron la chance de ser, en algún momento, Programador de Televisión, y el actor respondió drásticamente: “No. Antes, los canales tenían personalidad propia y cada canal buscaba su taha et, su perfil, sus figuras. Yo digo que al aparecer las productoras independientes, aparecieron las prostitutas. Hay programas que dan lo mismo para cualquier canal. Eso hace que la televisión esté vacía de contenido. Es un ne-go-cio, si vos no das plata y rating, no existís. En el teatro se pone un poco más el alma y el cuerpo”, pegó.
Dejando el lado frívolo, actoral y laboral, al intérprete de Mamá Cora le preguntaron cómo andaba en el amor y si en algún momento fue importante en su vida: “Sí, cómo no. ¿Hoy? Es que si le das espacio, el amor te ocupa todo. Y empezás a depender mucho de la otra persona y la otra persona de vos y ahí depende del espíritu de libertad que tengas si te lo bancás o no, tener que estar explicando todo el tiempo qué hiciste”.
Hay aspectos de la vida del actor que no se conocen, por ejemplo; intimidades propias de toda persona y claro, personaje del mundo del espectáculo: “Estoy bárbaro con la vida porque quiero estar bárbaro. Yo viví dos vidas: una, antes del psicoanálisis y otra, después. Yo era muy metido para adentro, me costaba mucho comunicarme y a la vez, era el divertido, el que contaba cuentos y decía los chistes. Después del análisis, aprendí todo. Occidente tiene todo puesto afuera, Oriente todo puesto adentro, creo que hay que vivir en un intermedio. Eso trato”, se confesó.
Uno de los pocos que se anima a ir a Baires, y vaya que sus fanas lo elegirán. Porque Gasalla se presentará en el teatro Nacional. “Terminamos la temporada y vamos al Nacional unos cuantos meses. Y después, hay planeada una gira; me han hablado para otra película, tengo trabajo”, finiquitó el actor.
Como la charla laboral había terminado, Antonio se propuso hablar de su amiga Susana Giménez, de la infaltable Su. Y, cuando le preguntaron si era verdad que le había pedido la mano a La Diva de los teléfonos, el actor respondió: “Era en broma, aunque, te digo, me encantaría casarme con Susana. Los dos tenemos la libertad suficiente para hacer lo que nos dé la gana. Lo que pasa es que yo no tengo la edad ni el target de la gente que le gusta a ella", tiró
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“Con Susana tenemos momentos. Ahora, hay temas en los que la producción me pide que no nos metamos. La vieja venía y hablaba de enfermedades cuando llegaba del hospital, y me dijeron que ese tema bajaba el rating. Estamos en televisión, esas reglas hay que aceptarlas. Son los límites”, dijo, Antonio, ante el buen feeling que posee con la rubia.
A pesar de tenerla clara y no pensar en lo que viene y vivir el presente, el actor, asumió que se preocupa por todo: “Yo no me puedo dormir en los laureles, porque por más éxito que tengas no te va a durar toda la vida, siempre hay un final de temporada”, cerró.
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