La Casa Blanca se vistió de fiesta y celebró el patrimonio musical hispano de una forma muy especial junto a estrellas como Gloria Estefan, Marc Anthony, José Feliciano, Tito el Bambino y el grupo Aventura, en un concierto que sin duda demostró que los latinos tienen sangre y mucho para decir.
El presidente Barack Obama alabó la capacidad de los ritmos latinos para transmitir emociones: “Aunque está evolucionando constantemente, la música latina nos habla, en un lenguaje que podemos entender, acerca de la alegría, la pena y el dolor, la amistad y el amor”.
Pero el momento más polémica de la noche llegó de la mano de la mexicana Thalía y claro, del presidente de los Estados Unidos. La cantante sin duda nos ha hecho bailar a todos en algún momento de nuestras vidas con sus tantos éxitos musicales, pero lo curioso es que también logró cautivar a Obama quien no pudo negarse a bailar con ella al ritmo de la canción Amor a la mexicana.
“Señor presidente. Con todo el respeto que se merece, ¿bailaría conmigo?”, dijo la artista. Guiado por el buen hacer de la mexicana, el político, quien hace solo unos días recibió el Premio Nobel por la Paz, se movió por toda la pista, mientras su mujer Michelle seguía el ritmo desde la mesa presidencial.
El matrimonio Obama está dispuesto a llenar la Casa Blanca de música: este espectáculo latino es el tercero de una serie que comenzó con conciertos de jazz y country, con talleres para estudiantes. A principios de noviembre será la música clásica la que visite la residencia presidencial.
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