Estuvo en el parto, le dio fuerzas a Juliana y no tiene pudor en gritarle por tele que la ama. Mariano Martínez ya guardó las células madre de su hija Olivia, a pocas horas de nacer y ahora está descansando después de llegar a la Clínica de Los Arcos de Palermo a las 2 de la mañana para ver por primera vez a su beba a las 10, después del parto natural.
“Ya la bañé y estoy recanchero“, contó, declarando que “ser padre es algo hermoso”.
“La mujer es lo más grande que hay“, le dijo a los periodistas, “siempre lo supe, pero ahora entendí que es algo milagroso“, dijo el “Valiente” Mariano.
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